“En la educación -y el Uruguay debería haberlo aprendido-, rápido, solo se destruye. Construir, solo a largo plazo”. Con esta frase el rector de la Universidad de la República (Udelar), Rodrigo Arocena, cerró el Seminario sobre Reforma Universitaria de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), que se desarrolló bajo el lema Universidades Latinoamericanas y Desarrollo.
En el acto de clausura realizado en el Teatro de la Facultad de Artes, el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, y el rector Rodrigo Arocena reflexionaron sobre algunos temas educativos actuales que fueron tratados en el Seminario.
El rector comenzó celebrando, en tiempos de mercantilización del conocimiento y de promoción de su apropiación individual, el compromiso renovado de las universidades públicas reunidas en AUGM con la transformación de la sociedad a través de la pelea contra la desigualdad.
Para Arocena, la formación que la Udelar quiere dar a sus estudiantes se define en torno a la excelencia académica y el compromiso social, y ese compromiso debe expresarse de manera decidida y modesta a la vez, ya que “la Universidad no es el ombligo de la sociedad”. Debe hacerse por tanto en pie de igualdad con muchos actores, consideró, ya que “si algo ha mostrado la experiencia histórica es que no hay un actor que garantice el desarrollo. No es ni el Estado, ni el mercado, ni tal otra cosa, sino la confluencia de los diversos actores lo que lo garantiza”.
El rector llamó a estudiar alternativas para que el cogobierno pueda revitalizarse en las condiciones sociales y culturales de nuestro siglo, ya que “en la Universidad la democracia interna es la garantía del compromiso social mantenido y perdurable, que debe estar conjugada con la eficacia en la gestión para que el compromiso sea operativo”.
Destacó que en las sociedades de nuestro tiempo la democracia pasa por la democratización del conocimiento, ya que “si uno quiere realmente pelearse contra la desigualdad, tiene que enfrentarse con los grandes factores de poder, y el conocimiento es el factor de poder más creciente de nuestro tiempo”.
Tres frentes de pelea
Arocena diagramó los distintos frentes de la pelea por la democratización del conocimiento:
- la expansión y curricularización de las actividades que la Universidad realiza en la sociedad; estas actividades que deben ser hechas desde una perspectiva de intercambio de saberes, dialogando y aprendiendo unos y otros, y priorizando a los sectores más postergados.
- la ampliación de la investigación de calidad en todas las áreas, para que desde el conocimiento, la producción de bienes y servicios en nuestros países esté a la altura de las necesidades de su gente, vinculando entonces la investigación y la innovación con la inclusión social.
- la diversificación de las modalidades de enseñanza, para lograr la enseñanza activa, que es la que tiene como protagonistas a quienes aprenden, de modo que quienes llegan a la Universidad y muchos otros que deberían llegar, puedan seguir aprendiendo toda la vida.
Arocena hizo notar que “el fin normativo del desarrollo, que es expandir las capacidades y libertades de la gente, es al mismo tiempo la herramienta para el desarrollo”. Desde esta perspectiva, llamó a ver a la gente no como pacientes de las políticas públicas sino como agentes de la transformación, enfatizando que hoy la expansión de las capacidades y libertades pasa por el acceso universal a la enseñanza.
Universidades públicas son las puntas de lanza de las transformaciones
Ehrlich, por su parte, reflexionó sobre la problemática actual y más candente de la educación uruguaya.
El ministro caracterizó el momento actual a partir de la contraposición entre el contexto regional de fortalecimiento de las sociedades y las persistentes exclusiones en el acceso al sistema educativo. Opinó que los avances registrados en los indicadores sociales de nuestro país son todavía insuficientes ya que más allá de las mejoras logradas en los últimos años, todavía más de un tercio de los niños y adolescentes uruguayos viven bajo el nivel de pobreza. “Hay un tiempo de latencia de estas situaciones que nos exige trabajar con intensidad”, consideró.
Completando la analogía, constató el mismo tipo de rezago dentro del sistema educativo, en el cual la inequidad social se manifiesta en las condiciones desiguales con las que llegan los niños y jóvenes a las instituciones de enseñanza. En la superación de esta desigualdad las universidades latinoamericanas tienen enormes desafíos referidos a abrir las puertas a la sociedad y explorar nuevos caminos en el relacionamiento con la ciudadanía, afirmó.
Ehrlich dijo que en educación la apuesta debe ser a la construcción de grandes acuerdos nacionales con una agenda compartida. Destacó que la Udelar ha sido el apoyo, referente y sostén más firme en la elaboración del proyecto de país. En este sentido, postuló que las universidades latinoamericanas están llamadas a ser las puntas de lanza en las transformaciones del continente.
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Esta fue la segunda edición del Programa «Seminario Internacional Universidad-Sociedad-Estado» de la AUGM. En esta ocasión estuvo organizado por la Universidad de la República (Udelar) y contó con la participación de expositores de Argentina, Brasil, Chile, México, Paraguay y Uruguay.
La primera edición del Seminario Internacional Universidad-Sociedad-Estado se desarrolló en 2010, con el tema «Energías Sustentables». Fue organizada por la Universidad de Buenos Aires (UBA) —con apoyo del Comité Académico de Energía de la AUGM y la Secretaría Ejecutiva—, y se llevó a cabo en la sede de la Sociedad Rural de Palermo en Buenos Aires.
Fuente: http://www.universidad.edu.uy
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